
En mi opinión, hay una respuesta para cada caso que debería encajar con las necesidades de cada uno
Por ejemplo, en nuestro país el índice de abandono es altísimo y las perreras no dan abasto para acoger la cantidad de perros que pasarán semanas, meses o años tras una jaula esperando una oportunidad. Los menos afortunados terminarán eutanasiados sin remedio.
Es evidente que se merecen una segunda oportunidad y debemos aprovechar para dársela, siempre y cuando tengamos en cuenta una serie de aspectos. No olvidemos que demasiados perros adoptados son devueltos a las perreras por no tener en cuenta algunas consideraciones. A mi parecer el adoptante debería pensar que su perro ha sido abandonado, quizás maltratado y ha pasado un tiempo encerrado en un infierno con lo cual, es probable que necesite una dedicación extra (aunque no siempre es así) pues ha pasado por algo traumático. Eso quiere decir que no aconsejaría adoptar sin recomendación de alguna persona experta cualquier perro a familias o personas sin experiencia o con poca voluntad de dedicación mil por mil a su nuevo y necesitado compañero. Cabe decir que una correcta adopción supone para un perro esa merecida oportunidad y para los adoptantes la intensa experiencia de compartir la vida con un perro que sabrá valorar, saborear todas y cada una de las cosas maravillosas que le ofrezcamos de una forma muy especial.
Es evidente que se merecen una segunda oportunidad y debemos aprovechar para dársela, siempre y cuando tengamos en cuenta una serie de aspectos. No olvidemos que demasiados perros adoptados son devueltos a las perreras por no tener en cuenta algunas consideraciones. A mi parecer el adoptante debería pensar que su perro ha sido abandonado, quizás maltratado y ha pasado un tiempo encerrado en un infierno con lo cual, es probable que necesite una dedicación extra (aunque no siempre es así) pues ha pasado por algo traumático. Eso quiere decir que no aconsejaría adoptar sin recomendación de alguna persona experta cualquier perro a familias o personas sin experiencia o con poca voluntad de dedicación mil por mil a su nuevo y necesitado compañero. Cabe decir que una correcta adopción supone para un perro esa merecida oportunidad y para los adoptantes la intensa experiencia de compartir la vida con un perro que sabrá valorar, saborear todas y cada una de las cosas maravillosas que le ofrezcamos de una forma muy especial.
Una decisión acertada en cada caso será la llave de una convivencia larga y feliz
La siguiente opción es comprar un perro y este tema daría para un nuevo post, pero intentaré simplificar qué parámetros son los mejores para acertar en esa decisión. Para empezar, hay que saber que el mercado de los animales de compañía está sometido al más absoluto descontrol, desensibilización y salvajismo con el consentimiento de las administraciones que conceden licencias para la venta de mascotas. Mi consejo personal es evitar comprar en tiendas o macroespacios que se autodenominan criadores y similares pues las prácticas abusivas e inexpertas con los animales de estos mal llamados profesionales, conllevan un sinfín de problemas físicos y de conducta. No me extenderé más en eso y pasaré a recomendar la compra directamente en criador. Un buen criador respetará las necesidades de las madres y los cachorros y garantizará una correcta manipulación de los animales desde su nacimiento hasta que entra en un hogar así como el carácter de nuestro perro. Un buen criador siempre tiene las instalaciones listas para ser visitadas y a los perros adultos a disposición para ser valorados por el comprador del cachorro tanto por su estética como por su carácter. En este caso, elegir una raza que se ajuste a las necesidades exactas de una familia, es la opción más apropiada para todos aquellos que prefieren un perro "a medida" o quieran tener la experiencia de ver crecer y disfrutar de todas las etapas de la vida del perro.
1 comentario:
En ambos casos, siempre es bueno dejarse aconsejar por un buen profesional y meditar mucho la decisión. yo siempre digo que al perro lo escogemos nosotros o decidimos nosotros si entra o no a nuestra vida, pero él no puede decidir, no puede escoger... por lo que es deber nuestro procurar su bienestar....
debemos ser conscientes de que introducimos un ser vivo en nuestro mundo o ecosistema particular..... ni siquiera me gusta la palabra "mascota" ya que despersonaliza al maravilloso animal que hay detrás.... y eso no solo es extensible a perros.
Gran post.....Sincero y claro.....animo hacéis una gran labor
Publicar un comentario